lunes, 7 de marzo de 2011

Texto de presentación de cartel "el Costero 2011"



Buenas Noches y bienvenidos a la presentación del I Cartel Cofrade de la Tertulia “El Costero”.
                                            
En primer lugar, daros las gracias por vuestra presencia hoy aquí. Gracias a amigos y familiares y al público en general. Darle las gracias a la Hermandad Sacramental y de Gloria de San José Obrero, la hermandad de nuestro barrio, presente hoy aquí con varios miembros de su junta de gobierno, con su hermano mayor a la cabeza. Gracias a las empresas que han colaborado para la edición de este cartel, como son Cruzcampo, Muebles Nervión, Grupo de Seguros Previsora la Bilbaina en la persona de Juan Manuel Páez Luque, Casa Birbi, la Sevilla Cofrade y a la Bodeguita Romero y Mejías. Y finalmente y de manera especial a la Hermandad de San Bernardo, no sólo por su presencia hoy aquí con numerosos hermanos, miembros de su junta de gobierno y su hermano mayor D. JOSÉ MARÍA LOBO ALMAZAN, sino también por su acogida y colaboración para la edición de este cartel, abriéndonos hoy las puertas de esta casa para la presentación del mismo.

Para nosotros el estar hoy aquí es una satisfacción y al mismo tiempo es ver cumplido un sueño. Un sueño que empezó a gestarse hace ahora, más o menos un año, allá por el mes de Marzo, cuando un grupo de amigos, cofrades, empezamos a reunirnos en una bodeguita de la calle arroyo, hoy nuestra sede. Estos amigos, vinculados de una manera u otra a nuestra semana santa, bien a través del mundo del costal, bien a través del mundo de la música, excomponentes de bandas, aunque en esta ciudad, como se suele decir, nunca se deja de ser pregonero, ni músico, ni armao sino que son etiquetas que te acompañan para siempre. En definitiva este grupo de amigos cofrades, quisimos dar un paso más y constituirnos en una asociación cofrade y cultural, que tal y como recoge nuestros fines estatutarios, apueste por nuestras tradiciones, difundiendo, divulgando, promocionando nuestra semana santa, que no es poco, en estos tiempos que corre de laicismo, en los que el ser cristiano, el ser cofrade parece que no está muy de moda. Para nosotros, nuestra semana mayor, es el rasgo principal que define la personalidad histórica de nuestra ciudad, define su carácter, hace que esta ciudad sea distinta al resto de la geografía española. Pero queremos dar un pasito más, queremos aportar nuestro granito de arena con los más necesitados, llevar a cabo acciones sociales que ayuden a los demás. Poder llevar ese principio de solidaridad que debe regir la vida de todo cristiano, a los más necesitados, cada vez más numerosos por las condiciones económicas que nos ha tocado vivir. Estas son nuestras intenciones, poco a poco, acabamos de empezar a andar en este camino, un camino lento pero seguro.

Y aquí estamos esta noche, pregonando la llegada de nuestra semana santa, anunciando nuestra semana mayor, y que mejor manera de anunciarla que mediante la presentación de este primer cartel que preside el Santísimo Cristo de la Salud de la Hermandad que aquí hoy nos acoge.

Hablar del barrio de San Bernardo es hablar de su Hermandad y hablar de su Hermandad es hablar de su barrio, de esa perfecta sintonía que pervive desde tiempos antaño, de ese romance eterno entre hermandad y barrio, donde no se entiende el uno sin el otro. Arrabal histórico donde los haya, donde algunas crónica hablan incluso de la presencia de un pequeño asentamiento en torno a un Palacio Árabe, en tiempos de la Sevilla islámica, en la llamada Huerta del Rey, hoy bautizados como Jardines de la Buhaira, palacio del que sólo queda hoy día la alberca y restos arqueológicos. Barrio que cuenta con calles como “Tentudía, Campamento, o está en la que estamos, Santo Rey”, que nos lleva a esa Sevilla medieval y nos recuerda la presencia de las tropas del rey Santo acampadas en este arrabal, en ese asedio a esa ciudad con muros inquebrantables que era Sevilla. Barrio que creció al lado de esa Catedral de Hormigón que era y es la Real Fábrica de Artillería, de donde  salieron piezas como el Giradillo que corona nuestra torre más famosa, símbolo de la ciudad, o las reconocidas piezas de los leones que custodian la entrada al Congreso de los Diputados. Barrio que ha sido cuna de dinastías toreras, nombres de maestros como Curro Cuchares, los Bienvenida, Diego Puerta, o Pepe Luís y Manolo Vázquez, dinastías que formaron, y forman parte de la nómina de hermanos de esta hermandad, conocida con el sobrenombre de la hermandad de los toreros. Quien sabe que San Bernardo llego a contar en los años 20 con una plaza de toros, cuando Joselito el Gallo tuvo el sueño de regalarle una plaza a Sevilla, La Monumental, frente a los Jardines de la Buhaira, de la que hoy sólo nos queda los recuerdos gráficos y un resto de una puerta de entrada al coso taurino. Barrio obrero, de clases populares, atravesado por esas vías del  ferrocarril, que vertebraban la ciudad en dos, asfixiando y aislando a la gente del barrio del resto de la ciudad. Que bien hizo al barrio allá por los años 20, cuando se levantó con motivos de los preparativos de la exposición del 29 el puente que lleva el nombre del barrio. Ese puente artísticamente iluminado, con esas torrecillas a modo de garita que custodiaban y vigilaban el tránsito de los vecinos del barrio camino de la ciudad intramuros, de la muralla pa dentro, como le gusta decir a los antiguos.  Barrio que vio el exilio obligado de sus vecinos a las zonas periféricas de la ciudad en la década de los 60 y 70. Pero estos vecinos conservaban un nexo de unión que los mantendría vinculados al barrio de por vida, su hermandad de San Bernardo.

La Hermandad de San Bernardo tiene su fundación en el siglo XVIII. Es el fruto de la fusión de tres hermandades, la sacramental y de animas cuyo origen se remonta al rey San Fernando cuando el 20 de agosto de 1247, festividad del patrón del barrio, inició el asedio a la ciudad y en gratitud al santo, por su conquista mandó construir una ermita donde hoy levanta sus muros la parroquia del barrio. La hermandad de gloria que existía al principio de la calle ancha de san Bernardo y finalmente la hermandad de penitencia que empezó con un grupo de chavales sacando una cofradía en miniatura, del mismo modo que hoy en día se sacan esos pasitos en el mes de María, tradición que afortunadamente aún conservamos en esta ciudad, que con el tiempo fueron creciendo en número de hermanos, con nuevas imágenes  y que vieron como fueron aprobadas sus reglas como hermandad de penitencia. De esta fusión de estas tres hermandades surge la hermandad que conocemos hoy día. Hablar hoy de la hermandad de San Bernardo es hablar de formación cristiana para sus hermanos, es hablar de caridad con los más necesitados, con la gente del barrio. Es hablar de una hermandad vinculada al cuerpo de bomberos de la ciudad, tal y como queda patente cada año en esa noche de miércoles santo al regreso de la cofradía. Es hablar de una hermandad  popular, de barrio, abierta a todos sus hermanos y al mismo tiempo, clásica en su forma de procesionar, en la celebración de sus cultos, etc… que ha hecho de esta hermandad uno de los referentes de nuestra semana santa. Una hermandad, que al contrario que otras muchas de nuestra ciudad, siempre ha tenido como sede su parroquia, la parroquia de su barrio, convirtiéndose en el eje espiritual del mismo, el eje sobre el que gira la vida del barrio.

A esta Hermandad, a este barrio, vino en 1938 el Santísimo Cristo de la Salud, el titular que preside nuestro cartel. Y digo bien, en 1938, porque 2 años antes, la hermandad, al igual que otras muchas de Sevilla sufrió la barbarie de la guerra. En los primeros días del conflicto vio como sus titulares fueron pacto de las llamas. Del antiguo crucificado, atribuido a Roldan  sólo quedan algunos restos conservados en una vitrina y custodiados en los muros de esta casa hermandad. De la virgen no quedó nada. La hermandad se repuso y contrató la talla de María Santísima del Refugio a Sebastián Santos. Gracias a la intervención del Cardenal Segura obtuvo un crucificado, tallado en la segunda mitad del siglo 17, en la plenitud del barroco, atribuido a Andrés Cansino o al flamenco José de Arce. Un crucificado muerto, como refleja la relajación de ese cuerpo sin vida que cae de manera sobrecogedora, encorvado, pero al mismo tiempo con un rostro dulcificado donde apenas se deja ver los signos y el drama de la pasión. Es un cristo que duerme esperando la resurrección. Un crucificado que presidia esa institución de la escuela de cristo de la antigua calle corcheros, hoy Tetuán, que pasó por la iglesia de san Hermenegildo, de allí a la Escuela de Cristo de la Natividad, escuela que aún pervive en la trasera de la parroquia de santa cruz, para finalmente ser trasladado mediante un piadoso vía crucis a la parroquia de San Bernardo y convertirse desde entonces, junto a María Santísima del Refugio, en los dos grandes iconos devocionales del barrio. Un crucificado que tres siglos y medio después sigue recibiendo las oraciones y plegarias de sus vecinos de su barrio, de sus devotos, de los hermanos de San Bernardo.

Este crucificado es el que ilustra la fotografía de Carlos Delgado Soto, protagonista de nuestro CARTEL. Cuando nos pusimos en contacto con CARLOS, el nos comento humildemente que no era un profesional de la fotografía, quiso decirnos que no vivía de la fotografía. Porque lo que si es seguro es que Carlos es un profesional y amante de la semana santa, que a través de su objetivo es capaz de captar el ambiente, el aroma, los momentos de nuestra semana mayor. Es hermano de la Hermandad de las Aguas y de la Hermandad de Pasión. Carlos colabora constantemente con ABC y el Correo de Andalucía con temática cofrade. Varias fotografías suyas ilustraron los carteles cofrades del Colegio Tabladilla. En 1998 participó junto a varios fotógrafos en la exposición “Cuando el tiempo se detiene”, celebrada en el casino de la Expo del 29. Ganador en varias ocasiones del concurso de fotografías en blanco y negro que organizaba la Soledad de San Lorenzo. 1º Premio en el año 2.009 del concurso del Correo de Andalucía. 3º Premio del concurso de fotografías celebrado por la hermandad de la Estrella con motivo de la coronación de su dolorosa. Una fotografía suya, un contraluz de la hermandad de la Quinta Angustia ilustró el cartel del bar el Rinconcillo en el año 2008, ese bar de santa catalina donde Rodríguez Buzón escribía versos a las vírgenes de Sevilla.


Yo personalmente, como aficionado a la fotografía, de los que me gusta ir con la cámara todos los días de nuestra semana santa, os puedo decir que la hermandad de san Bernardo es de las más fotografiadas de nuestra semana mayor, por sus imágenes, por su forma de procesionar y por ese recorrido histórico por el que transita la cofradía desde que sale. Que decir de fotografías tradicionales, tanto a la ida como en el regreso, en el Puente de San Bernardo, o que decir de esas fotografías cuando se repite el ritual de la salida de la hermandad en la tarde del miércoles santo, cuando esas casas, ahora restauradas, reformadas incluso levantadas de nuevo, pero con el mismo interior y corazón de siempre, vibran de nuevo junto a su gente ante la salida de la cofradía. Como dijo el poeta, el barrio vuelve a renacer cada año en la tarde del miércoles santo. O esas fotografía del transito de la hermandad por la alcazaba, por la plaza de la alianza, con las murallas del Alcázar como testigo del paso de la hermandad adentrándose en el corazón del barrio de santa cruz. Carlos Delgado ha captado ese momento en el que el Sto. Cristo de la Salud abandona la calle Mateos Gago camino de esas reviras imposibles de las calles Fabiola y San José, ha sabido recoger con su objetivo ese momento en el que la noche empieza a imponer sus dominios y la luz va dejando paso a la oscuridad. Esa es la fotografía que ilustra este primer cartel de la tertulia el Costero.

A continuación se procedió a descubrir el cartel y se hicieron entrega de sendos cuadros a la hermandad de San Bernardo en la persona de su hermano mayor D. José María Lobo Almazán. A Javier Blanco, quien regenta la bodeguita sede de la tertulia y a D. Carlos Delgado Soto una placa conmemorativa del acto. Se despidió el acto en la persona de D. José Luís Sedano Rodríguez, presentador de dicho evento.

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